miércoles, 1 de abril de 2015

MAGDA FARRÉ, PRESIDENTA DE L'INSTITUT CARL GUSTAV JUNG DE BARCELONA, EN LAS CANARIAS

Nuestras compañeras del TallerdeBiografía, dentro de su programación para este curso de seminarios biográficos en Gran Canaria, han invitado para este mes de abril a Magda Farré Riuró, presidenta de l'Institut Carl  Gustav Jung de Barcelona.

Resultado de imagen de magda farré riuró
Magda Farré
Magda Farré, cuyo currículo es impresionante, impartirá sobre el tema  "INTRODUCCIÓN A LA PSICOTERAPIA ANTROPOSÓFICA. Alteraciones de los 3 primeros septenios". Los detalles sobre dicho seminario pueden encontrarlos pinchando aquí.


Resultado de imagen de jung
C.J. Jung
Y ya que mencionamos al insigne psicólogo suizo Jung, temprano colaborador de Freud, ¿qué podemos decir de él que nuestros lectores no sepan o puedan llegar a saber simplemente a través de la red, por ejemplo? Desde la filosofía política a la psicoterapia, pasando por la literatura, el cine, la pintura, el arte, incluso la música y también la religión, la influencia de Jung se encuentra por doquier en nuestro mundo y cultura contemporáneos, y como muestra un botón: los conceptos hartamente difundidos de inconsciente colectivo, arquetipo y sincronicidad son acuñaciones junguianas...

Resultado de imagen de Un_método_peligroso
Un método peligroso recrea las figuras de Jung y Freud
Quien escribe estas líneas pide disculpas a nuestros lectores por incluir en ellas una nota autobiográfica. La primera persona que me habló -nos habló a los estudiantes de Filología de la Universidad de Barcelona hace cosa de 30 años- de Jung y sus aportaciones a la historia de las religiones y la psicología, y su aplicación a la interpretación de obras literarias medievales fue la doctora Victoria Cirlot, que desde hace años es catedrática en otra universidad barcelonesa, la Pompeu Fabra. Todavía perdura en mis recuerdos de aquella época la fascinación de sus magníficas clases, en un equilibrio perfecto, armónico, entre la erudición y el didactismo, que nos abrieron a mis compañeros y a mí realmente un mundo mágico, pleno de posibilidades y horizontes amplísimos, cuasi inabarcables, en sincronía con lo feérico, lo mítico, lo artúrico, que eran la materia de sus magistrales lecciones.

Resultado de imagen de victoria cirlot
Dra. Victoria Cirlot
Siendo así, no es casual que la doctora Victoria Cirlot sea miembro correspondiente de l'Institut Carl Jung de Barcelona, que preside la Sra. Magda Farré, y que ambas formen parte del equipo docente del máster en Psicología y Psicoterapia Analítica organizado conjuntamente por dicho instituto y la UAB.

No puedo resistirme a la tentación de ofrecer a nuestros lectores dos textos para ilustrar esta entrada, el primero, una entrevista a la doctora Victoria Cirlot publicada en la famosa sección de La Contra del periódico La Vanguardia (para verla, pinchar aquí), y el segundo, un fragmento de la página de la enciclopedia digital Wikipedia dedicada a Carl Gustav Jung. Como siempre, esperamos sus comentarios:
"Jung expresó la importancia de los derechos individuales de cada persona en relación al Estado y la sociedad. Percibió al Estado siendo tratado como "una cuasi personalidad viva de la que todo se espera" pero que "en realidad no es más que un camuflaje de aquellos individuos que saben cómo manipularlo", y se refirió al Estado como una forma de esclavitud. Asimismo, pensaba que "el Estado dictatorial tiene, frente a la razón del ciudadano, la ventaja de que ha absorbido también sus fuerzas religiosas. El Estado ha pasado a ocupar el puesto de Dios", haciéndose comparable a una religión en la que "la esclavitud estatal es un forma de adoración".  Jung observó que los "actos escenificados del estado" eran comparables a demostraciones religiosas: "Las marchas musicales, las banderas, las pancartas, los desfiles y las concentraciones de proporciones monstruosas no se diferencian en principio de las procesiones rogativas, los disparos de cañón y los fuegos artificiales para expulsar a los demonios". Desde la perspectiva de Jung, esta sustitución de Dios por el Estado en una sociedad de masas llevó a la dislocación de la unidad religiosa y dio como resultado el mismo fanatismo de la iglesia-estado de la Edad Media, en el que cuanto más "adorado" es el Estado, más libertad y moralidad son suprimidas; esto deja en última instancia al individuo psíquicamente subdesarrollado y con sentimientos extremos de marginalidad".